sábado, 24 de marzo de 2007

Gran invento la vida

Miro la tele y me arrepiento de existir: aguiluchos disecados sobre pañuelos rojigualdos; polígrafos infalibles destilando morbo a espectadores sedados; el nonagésimo cuarto partido del siglo; caras ensangrentadas en la tierra del Edén; “mi carro lleno por sólo treinta euros”; Gaia herida de muerte.

Apago la caja tonta y me asomo por la ventana: el Sol de camino al Oeste; el olor a tierra mojada; niños en bicicleta; el calorcito que todavía no quema; la calle inundada de gente; miles de pájaros cantándole al atardecer. Gran invento la vida.

jueves, 22 de marzo de 2007

El misterio de Tunguska

El 30 de junio de 1908, en Tunguska, una región remota de la Rusia zarista, se produjo una tremenda explosión con una potencia estimada de entre 10 y 20 megatones (500 veces la bomba nuclear de Hiroshima) que arrasó una superficie equivalente a la provincia de Vizcaya. Se cuenta que el resplandor se pudo ver desde Europa occidental, y que durante varias jornadas, en ciertas regiones de Rusia y Europa, las noches eran tan brillantes que se podía leer sin luz artificial. No sería hasta 1927 cuando el gobierno soviético investigaría las huellas del cataclismo. Para sorpresa del minerólogo Leonid Kulik, que encontró un área de 500 km de devastación, no se halló ningún cráter ni restos de ningún tipo. En los años 60, el geoquímico Kiril Floremski descubrió una capa de polvo de magnetita que cubría toda el área, lo que le llevó a afirmar que se trató del fogonazo de un cometa. Según las investigaciones, se averiguó que el objeto que allí explotó no llegó a impactar contra la superficie, sino que estalló en el aire. Aunque la tesis del cometa es la más aceptada actualmente, existen unas treinta teorías distintas: desde un mini agujero negro o un pedazo de antimateria, hasta una explosión de metano o un meteorito. El caso es que hoy, casi cien años después, aún no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó en Tunguska.

La última novedad en este misterio viene de la mano del investigador Yuri Lavbin, quien sostiene la teoría más sorprendente que ha aparecido hasta el momento: según él, lo que estalló en Tunguska fue un artefacto técnico de origen extraterrestre. El pasado mes de agosto organizó una expedición a la región con catorce investigadores, en la que supuestamente encontró unos bloques de metal de siliciuro de metro y medio de ancho por metro y medio de largo sepultados bajo el suelo, de los que pudo extraer un trozo. "Es una aleación de silicio y hierro puros, imposible de realizar en la Tierra porque el hierro se oxidaría" afirma Lavbin. Estos últimos hallazgos le han llevado a afirmar que se trata de restos de un "objeto tecnológico de origen extraterrestre" que se estrelló contra un cometa a una altura de unos 10 km para evitar que impactara contra la Tierra. Según esta teoría, una nave extraterrestre se habría "inmolado" para evitar un terrible desastre en nuestro planeta. Ello implicaría pensar que existe alguna civilización preocupada por protegernos y que incluso sacrifica sus propios medios para cumplir su misión –como en los mejores guiones de Spielberg–. A pesar de lo seductor de la teoría de Lavbin, algunos expertos consideran que lo que el investigador ha encontrado sólo son restos de naves espaciales soviéticas, que se encuentran dispersos por amplias zonas de Siberia.

Pero, por un momento, pongámonos soñadores. Imaginemos que finalmente los restos materiales que ha encontrado Lavbin son resultado de aquella explosión; en ese caso, se podrían formular dos preguntas en función de la naturaleza de esos materiales. Por un lado, si efectivamente son materiales extraterrestres, ¿de dónde salieron esos metales?, ¿se trataría de una nave espacial?, ¿es posible la existencia de una civilización más avanzada que se encargue de proteger la Tierra? Por otro lado, si esos materiales son de origen terrestre, ¿qué país, a principios del siglo XX, tenía una tecnología tan avanzada como para crear una bomba capaz de destruir una superficie de 2150 km²?, ¿qué pasó con los conocimientos que desarrollaron esa tecnología?

Dejando a Morfeo aparte, seguramente la teoría de Lavbin sólo sea la idea de un científico loco, ávido de reconocimiento y fama mundial, y, tarde o temprano, se llegará a una conclusión científica coherente. Pero mientras los investigadores continúan trabajando por acabar con el misterio, los románticos podremos seguir fantaseando, inventando locas leyendas y soñando con que hay alguien ahí afuera que lucha por salvarnos de los peligros del terrible espacio exterior. Pero, ¿podrán también salvarnos de los peligros del terrible espacio interior?



viernes, 16 de marzo de 2007

Diez minutos más

-¡Corre que se nos escapa el tranvía! -decía Irene mientras tiraba del brazo de Diego. Habían pasado la tarde del sábado en casa viendo una película, y al calor de los rayos catódicos y del amor, se les había pasado la hora.

-Como llegue aunque sea cinco minutos tarde, mi padre me mata. -No te preocupes, que hablo con él y le convenzo de que sólo te saque los ojos. -No te rías de mí, que me da rabia. -No te enfades tonta, sólo quería que no te agobiaras -y Diego le besó con cariño la mejilla enrojecida por el frío.


Al girar la esquina de los cuatro vientos, echaron a correr hacia la parada, pero el tranvía se alejó ente luces y bufidos de coches. -¡Mierda, ahora sí que llego tarde! -se lamentaba Irene, por lo que su chico la estrechó contra él. -Lo siento, la culpa es mía por no estar más atento al reloj -decía mientras por dentro su corazón daba saltos de regocijo como un pequeño duendecillo, dando gracias al cielo por haber perdido ese tranvía y poder apurar junto a ella diez minutos más.

jueves, 15 de marzo de 2007

La cama hecha bien vale un reggaeton

En 1593, Enrique de Navarra luchaba por ser rey de Francia, pero para ello se le exigía que abjurase del calvinismo y se convirtiera al catolicismo. Finalmente aceptó "convertirse" a la fe católica, pues era la única vía para acceder al trono francés, y es entonces cuando se le atribuye la célebre frase de "París bien vale una misa", dando a entender que merecía la pena renegar de su fe a cambio de conseguir la corona. El otro día yo me encontré en una situación parecida. Como yo tenía cosas que hacer, mi hermana aceptó hacer mi cama. El problema es que ella forma parte de esa extraña clase de jóvenes que les gusta el reggaeton y, claro, mientras hacía la cama puso un disco de fondo con esa ¿música? y, además, con un volumen elevado. Yo me levanté para pedirle que tuviera piedad y no me castigase con sus gustos musicales, pero recapacité y llegué a la conclusión de que si le pedía que lo quitase la respuesta iba a ser que la cama la hiciera yo. Entonces, como Enrique IV de Francia en su momento, pensé que "la cama hecha bien vale un reggaeton".

He de reconocer que la decisión fue complicada, porque teniendo en un lado de la balanza el tener que perder el tiempo haciendo la cama –que, total, después la voy a deshacer otra vez– y en el otro someterme a una tortura a base de reggaeton, hay que pensárselo mucho. Y es que esta música me produce verdadero repelús, creo que lo odio incluso más que el bacalao.

Aparte de ser una música machista, me parece monótona, aburrida y lamentable.

Tenía la esperanza de que después de Tamara (ahora conocida como Ámbar) ya no se pudiera caer más bajo en esto de la música, pero, por desgracia, mi optimismo se vio defraudado.

Las primeras amenazas aparecieron en 2003, con Lorna y su "Papi chulo", y la debacle definitiva se produjo en 2004 con Don Omar y sus colegas. Mi tía Mari cree que los años bisiestos son particularmente trágicos y desde entonces yo pienso lo mismo: los atentados del 11M, el tsunami del sureste asiático y el reggaeton confirmaron la superstición. Después nos invadió una avalancha de grandes éxitos en la que incluso colaboraron Shakira y Alejandro Sanz con su "Tortura" el mejor título posible para un tema de reggaeton–. Rizando el rizo, el año pasado apareció Huecco con su "Pa mi guerrera" que mezclaba reggaeton con rumba y se inventó un nuevo género: rumbatón. Esto fue definitivamente el acabose: Huecco es como fusionar, a lo Dragon Ball, a Melendi y Don Omar.

Tras varios años de "Tortura" me surge una gran duda: ¿alguien entiende lo que dicen sus canciones? "Dale, papi, que estoy suelta como gabete." (¿tiene diarrea?); "presea, dale presea, si ya no estamos juntos otra mujer me janguea, mami." (¿Presea era griego?); "¡Esta noche hay pelea! (¡woof, woof!) / ¡Gata suelta tu correa! (¡woof, woof!)" (¿qué hacía mientras escribía la letra?); "¡Huh! ¡Daddy-Daddy Yankee! ¡Ah! ¡Blassy-Blassy-Blass! ¡Con-con-con-conspiración!" (¿la escribió Losantos?). Que los dioses de la literatura me perdonen la blasfemia, pero me recuerda a algunos escritos de la Edad Media que, aunque reescritos en español moderno, su arcaica construcción hace que en ocasiones resulten incomprensibles. Teniendo lo anterior en cuenta, me pregunto: ¿se puede escuchar reggaeton sin un diccionario al lado?, ¿realmente se enteran de algo aquellos que, poniendo en grave peligro su salud mental, escuchan a esta gente? Yo creo que la Real Academia Española podría publicar un diccionario específico para este género musical, que podría llevar, por ejemplo, el nombre de "Diccionario panhispánico de reggaeton".

Resumiendo mi post de hoy, creo que, junto a la piratería, la S.G.A.E. y Operación Triunfo, el reggaeton es lo peor que le ha pasado a la música en los últimos años. Rezaré al dios Cronos para que transcurra rápidamente el tiempo y el reggaeton pase pronto al olvido, junto con otras modas pasajeras que de vez en cuando asaltan nuestra existencia.

sábado, 10 de marzo de 2007

La maquinita del "Veo veo"

¿Os acordáis del Tamagotchi que allá por el año 97 hizo furor entre los niños de medio mundo? Fue el juguete del año y las cartas de los reyes magos se llenaron con su nombre. Después llegaron el Furby, los Pokemon y, este año, el 20Q de Famosa.

Se trata de una maquinita que con un máximo de veinte preguntas adivina la palabra en la que estás pensando. Al igual que en el tradicional "Veo veo", tenemos que pensar en un objeto, un animal o una planta, y el juguete nos va preguntando hasta adivinar la palabra en cuestión con sólo veinte preguntas. Y además de eso, se permite el lujo de vacilar a su contrincante con preguntas del tipo "¿Seguro que estás pensando en eso? No me lo creo". Pero lo más curioso es que, según afirman los que ya han jugado, acierta prácticamente siempre.

Este artilugio está basado en su hermana mayor, la web 20q.net, que utiliza una tecnología básica de inteligencia artificial que imita el funcionamiento del cerebro humano para realizar las preguntas más oportunas en función de los registro recibidos.

Si una maquinita para niños que cabe en la palma de la mano puede llegar a adivinar nuestros pensamientos, ¿de qué no serán capaces los robots del futuro? La pregunta resulta, cuando menos, inquietante.

Pasaos por la web de 20q.net y alucinaréis cuando la página adivine lo que estáis pensando en menos de veinte preguntas. En mi caso acierta casi siempre, menos en algunas ocasiones en que no ha podido superar mi inteligencia superior. Aviso: engancha.

sábado, 3 de marzo de 2007

"Coup d'état"

Hoy he hecho un pequeño examen oral de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas en el que tenía que hablar sobre cosas que hubieran ocurrido antes de mi nacimiento, y he estado comentando la intentona golpista de Tejero en el 81 y no sabía cómo se decía "golpe de Estado". Resulta que "golpe de Estado" en inglés se dice, curiosamente, con una expresión en francés: "coup d'état"; el profesor me ha comentado que ni los ingleses ni los estadounidenses conocen ese concepto. Son países que nunca han sufrido una usurpación como esa y no han tenido la necesidad de adaptarla a su idioma.

La verdad que a mí los británicos no me caen demasiado bien, y los yanquis me dan bastante asco, pero creo que el hecho de ignorar una expresión como "golpe de Estado", tan tristemente conocida en otros países como España o Francia, dice mucho a su favor y es una muestra de la buena salud y madurez de las democracias por las que se gobiernan.

Pensando en esto, me he parado a imaginar lo bonito que sería que un pueblo desconociera, por ejemplo, la palabra "guerra". Un pueblo que nuca hubiera necesitado la "violencia", ni hubiera manchado sus manos con la sangre de sus "enemigos". Un pueblo donde la Paz fuera el nombre de su himno y la huella de la paloma el escudo de su bandera. Creo que, a lo mejor, en ese caso, el mundo sería un poquito mejor.


viernes, 2 de marzo de 2007

El pincel de Dios

El otro día descubrí una página de la NASA que se llama "Astronomy Picture of the Day", en la que cada día se presenta una imagen relacionada con el mundo de la astronomía.

Hay un álbum con imágenes registradas desde junio de 1995, que se pueden consultar fácilmente. Algunas de ellas son imágenes de astronautas e instalaciones, pero otras, las más interesantes, son fotografías de galaxias, nebulosas, planetas y otros astros realmente fascinantes. Algunos de ellos, como los llamados "Pilares de la creación" parecen pintadas por algún misterioso pintor, caprichoso y juguetón, que de un solo brochazo traza nubes de polvo, estrellas y cometas de miles de años luz que admiran a los pequeños hombres que, desde esta lejana anécdota en el universo que llamamos Tierra, con ojos curiosos y ávidos, observamos esas maravillas. Millones de estrellas situadas a distancias abismales, incomprensibles para el hombre, que nos desafían a seguir mirando, a seguir curioseando e investigando y a soñar con llegar allí algún día.

A veces, mirando al techo del cielo poblado de lo que para mí son sólo lucecitas, me pregunto si quizá, desde un remoto lugar situado a miles de millones de años luz de mí, alguien estará mirando también esos mismos puntitos brillantes y se estará haciendo la misma pregunta: ¿Hay alguien ahí?


Nebulosa NGC 2170