jueves, 21 de junio de 2007

Poemas desde Guantánamo

En ese campo de concentración llamado Guantánamo, que supone una grave violación de los Derechos Humanos y una vergüenza para la Democracia, sus víctimas han encontrado una salida en la poesía. Desde el interior de los muros de unas celdas donde centenares de seres humanos permanecen prisioneros sin posibilidad de juicio, han surgido algunos poemas producto de la desesperación y la humillación a las que son sometidos supuestos terroristas, en ocasiones capturados por métodos no demasiado legales y que, al ser considerados prisioneros de guerra, no tienen reconocido el derecho a un juicio justo.

Una vez más, el horror, el miedo y la destrucción no son capaces de vencer a la palabra, que aparece como el único ángel de la guarda capaz de salvar al hombre cuando todo se ha perdido. La brutalidad del nazismo y el fascismo a mediados del siglo XX europeo propiciaron un gran número de obras que surgieron como grito de guerra contra la brutalidad y la muerte, y aparecieron escritores que se convirtieron en iconos para las generaciones posteriores: Brecht, Sinisterra, Hemingway, Sebastián Haffner. Y en una situación de horror parecida a la que sufren las víctimas de Guantánamo, Anneliesse Marie Frank se refugió en la palabra para confesar a su diario el miedo y la desesperación que le atenazaban el corazón bajo el yugo nacionalsocialista, dando forma a su popular Diario de Ana Frank.

El libro que recogerá los poemas escritos por los presos se llamará Poemas de Guantánamo: la voz de los detenidos, 84 páginas recopiladas por el abogado Marc Falkoff y una muestra del horror infringido por la primera potencia mundial y supuesta defensora de la paz y la libertad, y del que espero que como mínimo haga sonrojar a ese yanqui fanático llamado George Bush.

Os dejo una muestra de esos poemas publicada en el diario británico The Independent y traducida en elpais.com: Death poem (Poema de muerte), escrita por Jumah al Dossari:


Poema de muerte

Tomad mi sangre.
Tomad mi sudario de muerte y
Lo que queda de mi cuerpo.
Tomad fotografías de mi cadáver en la tumba, solo.
Enviádselas al mundo,
A los jueces y
A la gente con conciencia,
Enviadlas a los hombres de principios y mente justa.
Y dejad que carguen con su culpa, ante el mundo,
Por esta alma inocente.
Dejad que pese sobre ellos, ante sus hijos y ante la historia,
Esta alma inocente destruida,
Esta alma que ha sufrido a manos de los "protectores de la paz".




1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha encantado
pero me ha sobrecogido :O
es increíble, impensable lo que puede sufrir esa gente

la lágrima es a veces la mejor tinta para escribir obras de arte

besetee