Pandémica y celeste
Quiero estrenar mi blog con un fragmento de un poema de Jaime Gil de Biedma, poeta español de la llamada "generación del 50", un grupo de poetas que creció durante la posguerra. El fragmento es de un poema titulado "Pandémica y celeste" y me parece una brillante descripción del amor en su faceta más "carnal". Una muestra de que el amor, a pesar de Platón y Bécquer, es también deseo, y que la carne y el espíritu a menudo pueden ir de la mano en el juego del amor.
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
–con cuatrocientos cuerpos diferentes–
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.
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